En octubre se vendieron 279.341 vehículos nuevos en Japón, un mínimo histórico para dicho mes.
La caída con respecto al año anterior fue de 31,3 % y es la cuarta mensual consecutiva, advierte Kyodo.
El desplome se explica por las interrupciones de la cadena de suministros debido a la pandemia de coronavirus, que obligan a los fabricantes de vehículos a recortar su producción y aplazar las entregas, lo que a su vez afecta a los concesionarios.
La pandemia ha forzado el cierre de fábricas en el sudeste asiático.
La cifra de ventas el mes pasado (sin incluir a los minivehículos) fue la más baja desde 1968, año desde el cual se tienen registros al respecto.
Con respecto a los minivehículos, que tienen una cilindrada de hasta 660 cc y son muy populares en Japón, sus ventas descendieron un 33,2 % a 102.598. Por primera vez en 40 años el número de minivehículos vendidos en Japón se situó por debajo de 110.000.
Toyota Motor, la compañía de coches número uno de Japón, reportó un descenso de 42,2 % a 79.458 unidades (sin incluir a los minivehículos).
Con respecto a los minivehículos, Honda Motor, fabricante del popular N-Box, sufrió una caída del 49,9 % a 13.474 unidades. (International Press)
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