El flamante primer ministro de Japón, Fumio Kishida, y su esposa Yuko llevan más de 30 años de casados, de los cuales solo han pasado juntos un tercio. Ambos mantienen un matrimonio a larga distancia. Yuko reside por lo general en su tierra natal, la prefectura de Hiroshima.
Pese a la distancia, la pareja tiene una estrecha relación. La mujer de 57 años estuvo en Tokio para apoyar la campaña de su esposo para el liderazgo del gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD).
La acompañó el hijo mayor de ambos, Shotaro, secretario de su padre. Los tres grabaron un video que publicaron en línea para proyectar una imagen familiar del entonces candidato y, así, aligerar la seriedad que transmite el exministro de Asuntos Exteriores.
Los Kishida celebraron la elección de Fumio como líder del PLD con un okonomiyaki (plato japonés) al estilo de Hiroshima., el favorito del nuevo primer ministro, quien compartió en Twitter su felicidad por el regocijo gastronómico: «Siempre está increíblemente delicioso, pero hoy estuvo tan delicioso que nunca lo olvidaré».
El primer ministro admite que en sus más de tres décadas de matrimonio, jamás le ha ganado una discusión a su esposa.
La primera dama de Japón, por su parte, apunta que si bien su esposo nunca le da regalos de aniversario, tiene “buen corazón».
El matrimonio de los Kishida fue arreglado. Tuvieron su primera cita en una discoteca llamada Maharaja. (International Press)
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