Toyota Motor reducirá su producción mundial para septiembre en un 40% más de lo previsto por la escasez de chips y la expansión del coronavirus a causa de la variante delta, adelantó hoy el Nikkei.
En su plan de reducción producción revelado en julio, la automotriz japonesa tenía como objetivo fabricar alrededor de 900.000 automóviles al mes, pero ese número se ha reducido a unos 550.000 debido a la crisis en su cadena de suministros.
Por ese motivo varias líneas de producción serán cerradas desde principios de septiembre en plantas nacionales, como en Takaoka, en la prefectura de Aichi, así como en fábricas en Estados Unidos, China y Europa.
Este recorte pondrá la producción mundial de Toyota “muy por debajo” de la producción de septiembre del año pasado (840.000 unidades) cuando la demanda comenzaba a repuntar.
Entre finales de julio y principios de agosto, Toyota ya había detenido líneas de montaje en algunas plantas de Aichi, cuando el suministro de autopartes desde Vietnam fue afectado por el aumento de casos por coronavirus en ese país.
Entre tanto, Renesas Electronics, el principal proveedor de chips para las automotrices japonesas como Toyota, dijo que el suministro de chips no se estabilizará hasta mediados de 2022.
Un incendio ocurrido el pasado 19 de marzo en la planta base de Renesas en Naka, prefectura de Ibaraki, provocó una escasez mundial de chips que empeoró por falta de producción en Taiwán que venía recibiendo una impresionante demanda desde sectores no automotrices como los fabricantes de computadoras personales y operadores de base de datos.
La producción en la fábrica de Renesas se reanudó el pasado 17 de abril y ya produce normalmente desde principios de agosto, sin embargo aún falta mucho para que la compañía compense la producción perdida. (RI/PJ)
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