A muchos habrá sorprendido la primera disputa política que se ha dado entre los que apoyaron y apoyan al nuevo gobierno, no tanto relacionada con la importancia de la educación sino la presencia de los profesores del país en la estrategia del Profesor Presidente, una presencia que tiene ya varios años y que como en las relaciones de pareja ha tenido de todo.
Fue un acierto de Perú Libre acercarse a los profesores que un par de años antes habían participado activa y masivamente en la huelga convocada por el SUTEP a nivel nacional, y a la que se unieron un grupo de profesores ligados al MOVADEF, movimiento defensor de Sendero Luminoso y de sus líderes condenados por terrorismo, grupo que se unió a Pedro Castillo, que se transformó en líder principal de la Huelga.
Junto con profesores de diferentes regiones del país, éstos vieron la oportunidad de debilitar a la dirigencia nacional del SUTEP acusándoles de “colaboracionistas” con el gobierno de Vizcarra, difundiendo la conveniencia de fundar un nuevo sindicato de docentes dividiendo al SUTEP, histórico sindicato magisterial, una de las pocas instituciones del Perú que tiene una presencia por todo el territorio nacional.
Parece que el camino inverso se siguió durante la campaña electoral. Pedro Castillo, candidato sorpresa a la presidencia, comienza a subir apoyado precisamente por los maestros del Perú. El SUTEP también ve la oportunidad de demostrar su vigencia apoyando a la estrella creciente y dejando de lado a Verónica Mendoza y a Juntos por el Perú, partido a la que pertenecía y pertenece Patria Roja, movimiento político que, desde sus inicios predomina en la dirigencia nacional del SUTEP y en su gran empresa la Derrama Magisterial.
Con el apoyo de unos y otros, Pedro Castillo logra pasar a segunda vuelta y los maestros y maestras del Perú multiplican su actividad en favor de Pedro Castillo al igual que toda la izquierda y los sectores progresistas.
En esos meses, los profesores de Castillo ingresaron en el Ministerio de Trabajo el expediente para la aprobación del nuevo sindicato, la Federación Nacional de Trabajadores de la educación del Perú, FENATEP, dejando de lado ya su relación orgánica con el SUTEP.
Con Pedro Castillo ya como Presidente de la República y habiendo juramentado los nuevos ministros, entre ellos, el de Trabajo, sorprende a todos que la primera resolución que da el ministerio, el primer día hábil, es precisamente el reconocimiento del nuevo sindicato. Y, para sorpresa de muchos, no de todos, se anuncia el inicio del proceso de inscripción del nuevo Partido de los Profesores y Popular que pareciera diferenciarse ahora ya de Perú Libre.
El presidente Castillo no quiere separarse de sus seguidores en el magisterio y quiere asegurarse poder cumplir con las demandas del conjunto del magisterio que dirigió durante la huelga magisterial del 2017, más aún con un magisterio dividido sindicalmente por él mismo. Su interés lo demostró públicamente al solicitar al Congreso de la República que rectifique su decisión para que la Comisión de Educación del Congreso sea presidida por un congresista profesor de Perú Libre, solicitud que, hasta el momento ha sido rechazada.
Son dos semanas de movimiento tanto en las alturas como en los subterráneos de la política. Recién comienza la presidencia del profesor Pedro Castillo por lo que es pronto para hacer una evaluación integral. Hay nuevos actores que asumen responsabilidades de gobierno, hay una mayoría de nuevos congresistas en todos los partidos, hay varias crisis en la sociedad peruana junto con la sanitaria y la económica y hay una demanda de cambios en democracia que, entre todos, debemos saber atender.
Precisamente, la victoria de Pedro Castillo demuestra que la mayoría de los peruanos no queremos más oportunismos, traiciones ni errores en la política nacional. No nos cansaremos de decir que sí hay objetivos mínimos comunes a todos los peruanos. Comencemos por ahí.
- Exalcalde de Villa el Salvador
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