En abril de 2019, Kozo Iizuka, un octogenario, perdió el control de su coche en una calle en el distrito de Ikebukuro, Tokio, y atropelló a un grupo de personas.
Una mujer de 31 años y su hija de 3 murieron, y nueve transeúntes resultaron heridos.
El hombre, hoy de 90 años, está siendo juzgado en el Tribunal de Distrito de Tokio.
La fiscalía ha pedido siete años de prisión para el anciano, la pena máxima establecida por conducción negligente causante de muerte, informó Jiji Press.
La defensa exculpa al hombre atribuyendo el accidente a una falla mecánica del automóvil.
No obstante, la fiscalía sostiene que un examen del vehículo no halló desperfectos y que el accidente se produjo debido a que Iizuka presionó por error el pedal del acelerador en lugar del freno.
El trágico caso tuvo una amplia cobertura mediática en Japón. El anciano desempeñó un alto cargo en el aparato gubernamental japonés.
El tribunal emitirá un fallo el 2 de septiembre. (International Press)
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