El 3 de abril, el embajador de Japón en Tailandia, Kazuya Nishida, un hombre de 60 años, dio positivo por coronavirus y fue trasladado a un hospital para recibir tratamiento.
Para rastreaer el origen del contagio, la Embajada japonesa se comunicó con todas las personas con las que había tenido contacto cercano.
El 25 de marzo, Nishida visitó un club nocturno en Bangkok donde los clientes mantienen contacto estrecho con las anfitrionas, revela Tokyo Reporter.
No solo eso, las trabajadoras del establecimiento proporcionan servicios sexuales, tanto en el lugar como fuera de él.
“Si pagas, las damas están disponibles para llevar a casa. Si pagas un poco más, hay una ‘sala secreta’ en las instalaciones (del club)», según una fuente de la revista Flash.
Además, el club, Krystal Club, es considerado como un foco de infección y su mánager fue condenado a dos meses de prisión por mantener abierto su local más allá del horario permitido por un decreto de emergencia.
Los distritos de entretenimiento de Bangkok fueron el origen de brotes del virus a fines de marzo.
Nishida acudió al club con ocho japoneses y tailandeses como parte de una “actividad relacionada con el trabajo”.
Cuatro días después, comenzó a sufrir fiebre y dolor de garganta. Los síntomas luego desaparecieron, pero cuando una persona que estuvo en el club dio positivo, el embajador se sometió a una prueba que certificó que estaba contagiado.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón reconoció que hubo negligencia en el contagio del embajador y anunció la adopción de “medidas de prevención adecuadas». (International Press)
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