Un hospital de Nagoya ha sido acusado de negligencia médica contra un peruano de 65 años quien fue ingresado por afección al estómago y sufrió una quemadura de tercer grado en la pierna izquierda, informó la familia.
El hombre, que sufre parálisis parcial por tres derrames cerebrales en 14 años, fue internado el 24 de diciembre del año pasado y poco después sufrió una grave quemadura, aparentemente ocasionada durante un baño en el hospital.
El peor desenlace ocurrió este viernes 19 de febrero cuando los médicos ordenaron retirarle al peruano la alimentación intravenosa durante todo el día y provocar su salida del hospital luego de que su esposa, también peruana, se negara a firmar un compromiso para dejar de ir al centro médico y aceptar el tratamiento que el hospital quería adoptar.
El hecho generó indignación general cuando la esposa del peruano empezó a transmitir en vivo por Facebook el estado en que se encontraba su marido. «Soy peruana…ayúdenme», dijo mientras denunciaba el maltrato que sufría en el hospital. «Le han cortado el suero a mi esposo…no me permiten darle ni agua», manifestó.
Centenares de personas expresaron su solidaridad con la mujer, criticaron duramente la insensibilidad del hospital y le pedían que no sacara a su esposo de allí.
La esposa empezó a transmitir en vivo por Facebook el estado en que se encontraba su marido. «Soy peruana…ayúdenme», dijo mientras denunciaba el maltrato que sufría en el hospital de Nagoya.
Alrededor de las 20.00 horas, el peruano fue retirado del hospital, con todo el riesgo que ello significa y llevado a su vivienda, mientras se buscaba otro centro médico donde internarlo de emergencia.
El Consulado General del Perú en Nagoya entró en contacto con Janet Soto para ofrecerle apoyo. «La señora ha quedado en avisarnos. Si lo requiere la ayudaremos con las gestiones del hospital. Lo importante es que su esposo sea internado y tratado», dijo el cónsul general, Antonio Miranda.
Karina Watanabe (24), hija del paciente, narró en «El Show de los Lunáticos» de Súper Tokio Radio la odisea que está pasando su madre y toda la familia desde que llegaron al hospital de Nagoya. Dijo que no aceptaron el tratamiento que el hospital quiere imponer porque puede perjudicar a su padre y dejarlo en estado casi vegetativo.
El hospital ha reconocido que las quemaduras producidas a su padre ocurrieron mientras estaba internado, pero cuando se le ha requerido que asuma su responsabilidad ha dicho que el hecho «aún está en investigación».
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