Shoji Morimoto consiguió trabajo en una editorial después de terminar sus estudios superiores. No le fue bien. Su jefe le dijo una vez en tono sarcástico: «Da lo mismo si estás aquí o no». Renunció.
¿Y ahora? ¿Qué haría ganarse la vida? Decidió que nada. Literalmente nada. El japonés se creó una cuenta en Twitter y comenzó a ofrecer su servicio de alquiler de sí mismo “para no hacer nada”.
El hombre de 37 años que reside en Tokio cobra 10 mil yenes (casi 96 dólares) por su servicio, revela Mainichi Shimbun.
Desde que lanzó su servicio, en junio de 2018, ha recibido más de 3.000 solicitudes de alquiler. Tiene alrededor de 270 mil seguidores.
¿Pero quién pagaría una suma nada desdeñable por alguien que no hace nada?
Gente que necesita compañía, alguien con el que simplemente pasear, que te escuche en silencio y sin juzgarte, que te acompañe al hospital, etc.
En Twitter hay comentarios de usuarios satisfechos con el servicio de Morimoto. Una persona dijo que le alegraba haber podido pasear con él, sin la presión de hablar. Otra contó que era renuente a ir al hospital, pero que se animó porque Morimoto la acompañó.
El hombre también escucha a trabajadores de la salud mentalmente extenuados por su agotador trabajo.
Morimoto solo habla si la persona que lo contrata le habla. No le gusta la gente que siempre está intentando animar a los demás diciéndole cosas como “haz lo mejor posible”. Para él, el mejor apoyo es el silencioso, estar simplemente al lado de la persona que necesita ayuda, sin llenarle la cabeza de palabras.
Uno de los clientes regulares de Morimoto es una escritora de 36 años que declara a Mainichi que ha solicitado sus servicios al menos diez veces. Lo ha alquilado para que la acompañe en su primera cita con un hombre, para que escuche sus opiniones sobre temas como el amor (y que no comparte con sus amigos) o para que vaya con ella a una tienda de entretenimiento para adultos como parte de un trabajo de investigación.
A la mujer le agrada que Morimoto la acompañe y escuche sin juzgarla o emitir alguna opinión sobre ella, apoyándola con su presencia.
Morimoto aclara que no es un amigo o conocido. “Estoy libre de las cosas molestas que acompañan a las relaciones, pero puedo aliviar la sensación de soledad de las personas. Tal vez sea algo así para mí», explica el hombre que asegura que “no hacer nada” ayuda. (International Press)
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