Cerca de la base militar estadounidense de Futenma, sita en la ciudad de Ginowan, prefectura de Okinawa, opera una guardería. Para los niños es habitual escuchar el ruido que generan las aeronaves militares de EEUU cuando sobrevuelan el lugar.
En 2017, un objeto cilíndrico cayó sobre el techo de la guardería. La pieza se desprendió de un helicóptero militar estadounidense. Los directivos de la guardería y los padres de familia protestaron por el incidente, pero tres años después, nada ha cambiado.
Las aeronaves estadounidenses continúan sobrevolando regularmente la guardería.
Un grupo de personas relacionadas con la guardería, como las madres que dejan a sus hijos en ella, visitaron la Oficina de Defensa en Okinawa para exigir que prohíba que las aeronaves militares vuelen sobre la guardería.
La delegación fue recibida por el director general de Defensa, Toshinori Tanaka, informó Kyodo.
Las madres y el director de la guardería cuestionaron que las aeronaves mantuvieran sus vuelos pese a que llevan tres años quejándose de los peligros que acarrean para los niños.
Tanaka se limitó a decir que su oficina ha pedido a EEUU que sus aviones no sobrevuelen la guardería. Petición que no ha tenido ningún efecto, pues siguen haciéndolo con regularidad.
Los visitantes se quejaron de que la situación se mantiene igual que hace tres años.
Tanaka dijo que cuando se produjo el incidente con el helicóptero hace tres años, EEUU aseguró que ordenaría a su personal que volaba hacia y desde Futenma que evitara pasar por la guardería tanto como fuera posible.
Sin embargo, eso no se ha cumplido. Tanaka se excusó diciendo que para las aeronaves es difícil volar siguiendo una ruta específica “como los trenes en rieles», y que también es difícil cuantificar que significa “tanto como sea posible”. (International Press)
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