Imagina ser trabajador de una tienda y ver, de pronto, que un coche se estrella contra el frontis del local y que una persona sale del vehículo corriendo hacia el baño.
Parece ficción, pero ocurrió a la 1:35 de la mañana del 8 de noviembre en una tienda de conveniencia en la prefectura de Fukuoka. Por suerte el local estaba vacío (a excepción del empleado, claro) y nadie resultó herido.
La persona que conducía el coche era una mujer de 44 años que tras hacer trizas el ventanal de la fachada de la tienda se lanzó hacia los servicios higiénicos, revela el portal SoraNews24.
Tras orinar (o defecar), la mujer se disculpó con el empleado. Se excusó diciendo que le urgía usar el baño. No había tenido intención de estrellarse contra el local, aseguró, pero debido a su estado de pánico había presionado con demasiada fuerza el acelerador.
La mujer dio más información sobre su situación cuando la policía arribó diez minutos después. Antes del incidente, había bebido dos latas de cerveza, que seguro fueron muy grandes, pues un examen determinó que su nivel de alcohol estaba muy por encima del límite legal.
La ebria conductora ni siquiera tenía licencia de conducir. Tampoco la tendrá, pues le han prohibido que solicite una en el futuro.
No se ha detallado el nombre de la tienda afectada, pero habría sido un local de la cadena FamilyMart. (International Press)
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