Humo blanco, por fin. Tras varios días de multitudinarias protestas callejeras, violenta represión policial e incertidumbre, Perú tendrá nuevo presidente: Francisco Sagasti.
La lista que lideró para dirigir el Congreso fue elegida por amplia mayoría el lunes, con lo cual Sagasti asumirá la presidencia del país. El cargo está sin ocupar desde que el anterior presidente, Manuel Merino, renunció el domingo.
El ingeniero, investigador y profesor universitario de 76 años, miembro de la bancada del Partido Morado, pilotará un gobierno de transición hasta el 28 de julio de 2021.
Sagasti tiene una imagen de persona moderada y su figura no genera grandes resistencias.
«Hoy no es un día de celebración. Y no es un día de celebración porque hemos visto la muerte de dos jóvenes en protestas, expresando su punto de vista», dijo el próximo presidente.
Las manifestaciones en las calles fueron un «poderosísimo llamado de atención», añadió. «No bastó la pandemia, no bastó la crisis económica, no bastaron los problemas de inseguridad. Tuvimos que esperar la muerte de dos jóvenes para que nos caiga encima toda la enormidad de la situación que estamos viviendo y nos motive a trabajar de una manera más decidida para lograr un desarrollo más justo y equitativo».
Con respecto a la tarea que tiene por delante, afirmó: «Haremos todo lo posible para devolverle la esperanza a la ciudadanía».
«Solo podemos seguir adelante trabajando juntos», subrayó.
El próximo 11 de abril, los peruanos elegirán a su gobernante para el quinquenio 2021-2026.
El Perú vivió un largo y turbulento fin de semana tras la vacancia del expresidente Martín Vizcarra, quien fue expulsado del poder por los votos de 105 parlamentarios (Sagasti se manifestó en contra).
El domingo, más que como un nuevo día, se sintió como la extensión de un trágico sábado, marcado por la muerte de dos jóvenes -por la brutal actuación policial contra las manifestaciones antigubernamentales-, que precipitó el desmoronamiento del gobierno de Merino.
Las primeras horas del domingo -entre rumores de que Merino, acorralado por las protestas callejeras, fugaría de Lima- fueron de incertidumbre: ¿renunciaría finalmente como todo presagiaba? ¿O se aferraría al poder?
Poco después del mediodía, el país recibió con alivio -y alegría en muchos casos- el anuncio de su dimisión. Merino ya era historia. Sin embargo, comenzaba una nueva etapa de incertidumbre: ¿quién lo sucedería?
Por triste paradoja, el presidente tendría que salir del repudiado Congreso. Excluidos los 105 que votaron por la vacancia del expresidente Vizcarra, las opciones se limitaban al reducido número de quienes se opusieron a la defenestración de Vizcarra.
La incertidumbre se mantuvo el domingo, después de que la lista encabezada por la legisladora Rocío Silva Santisteban no obtuvo los votos necesarios para dirigir el Parlamento, con lo cual tampoco pudo convertirse en presidenta del país.
El Perú amaneció el lunes en un escenario inédito: sin presidente de la República ni presidente del Congreso. No fue hasta casi las 3 de la tarde que, finalmente, los peruanos supieron quién dirigirá los destinos de su país hasta el 28 de julio de 2021. (International Press)
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