El Tribunal Superior de Osaka ratificó este jueves la sentencia de deportación dada por el Tribunal de Distrito contra la peruana Nelly Moreno (54) y sus 2 hijos de 19 y 17 años, nacidos y educados en Japón.
En la demanda de apelación, la peruana solicitó un permiso especial para permanecer en el país, pero la justicia desestimó el pedido.
“Ha sido un golpe muy duro porque al menos esperaba que dejaran que mis hijos se quedaran”, dijo Moreno. Su hija mayor comenzó a estudiar en la universidad y el menor está en el segundo año de la escuela superior en Osaka. Hablan solo japonés y su vida está muy arraigada a este país.
La peruana ingresó ilegalmente a Japón hace 26 años, tres años después de que lo hiciera su esposo de la misma nacionalidad. En 2011 fueron detenidos por primera vez y en 2015 iniciaron una lucha ante la justicia. El hombre fue deportado en 2016.
“Las autoridades de inmigración asumen que toda la familia debe regresar a Perú y luego los hijos pueden volver a ingresar a Japón con el estatus de ‘estudiantes internacionales’. Queda a discreción de Inmigración otorgar o no el permiso de residencia especial”, dijo el juez del Tribunal Superior de Osaka.
En declaraciones a la televisión japonesa, la hija mayor manifestó: “Estoy yendo a la universidad y el resultado de esta sentencia puede romper mis sueños. Ahora vivo con el apoyo de mis amigos y de mucha gente. Quiero seguir aprendiendo mucho, ayudar a las personas y convertirme en una persona confiable”.
Esta mañana, la madre expresó que se sentía más tranquila y lista “para seguir luchando hasta quemar el último cartucho. Confío en que algo bueno ocurra, que un alma buena aparezca en la justicia y que las cosas cambien para nosotros”.
La defensa de la familia Moreno presentará una apelación ante la Corte Suprema, la última instancia de la justicia, y al mismo tiempo pedirá una reconsideración a Inmigración para que otorgue visa de residencia especial a los hijos. (International Press)
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