El 13 de diciembre de 2019, una mujer con discapacidad intelectual dio a luz a un bebé en el baño de su casa en Japón. Estaba muerto.
El cuerpo fue descubierto por un contratista el 6 de enero de 2020 y la mujer, de 24 años, enfrenta un juicio en el Tribunal de Distrito de Saga.
El proceso gira en torno a si la joven puede ser responsabilizada por el abandono del cuerpo debido a su discapacidad, según Mainichi Shimbun.
Una evaluación determinó que tiene la edad mental de un niño de ocho años y nueve meses.
El caso ha originado una discusión sobre la educación sexual que reciben las personas con discapacidad.
La mujer dijo durante el juicio que no tenía a nadie de quien recibir consejos sobre su embarazo.
El bebé fue fruto de su relación con su novio, también de 24 años y con discapacidad intelectual. A través de una prueba de embarazo, ambos descubrieron que iban a ser padres en agosto de 2019.
En el tribunal, la joven aseguró que estaba feliz por su embarazo, pero también incómoda de avisar a su familia, a quien nunca dijo de su estado. Además, la mujer nunca fue a un médico a hacerse examinar.
Su defensa legal sostiene que la mujer es inocente, pues no pudo anticipar el parto y no era consciente de la existencia del cádaver en el inodoro. Es decir, no sabía que había dado a luz.
Sin embargo, la fiscalía arguye que la chica le dijo a su pareja que parecía como si hubiera tenido un aborto espontáneo, lo cual descarta la posibilidad de que no hubiera sabido que había dado a luz.
Interrogada sobre la expresión «aborto espontáneo», la joven dijo que desconocía su significado.
Al margen del fallo judicial, el caso, según la profesora universitaria y psicóloga Chieko Hara, hace patente la importancia de la educación sexual en las personas con discapacidad intelectual. (Internaational Press)
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