El confinamiento en casa es una medida draconiana, pero necesaria para mitigar la diseminación del coronavirus. Sin embargo, puede tener un efecto colateral nocivo: el aumento de la violencia doméstica.
Sin posibilidad de salir de casa, las víctimas están más expuestas a los abusos. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, alertó de un “terrible incremento global de la violencia doméstica” debido a las cuarentenas y exhortó a los gobiernos nacionales a tomar medidas para prevenirla.
Por citar un caso, la violencia doméstica se ha triplicado en China desde el inicio de la pandemia, según la ONU.
En Japón también se ha levantado la voz de alerta ante la posibilidad de que ocurra lo mismo, informó Kyodo.
Las medidas de restricción para combatir la propagación del coronavirus en Japón pueden alimentar la violencia doméstica, pues las víctimas están atrapadas en sus casas sin posibilidad de escape, advierten organizaciones que velan por ellas.
La Red de Protección para Mujeres en Japón envió una carta al primer ministro Shinzo Abe para que refuerce el apoyo a las víctimas.
La organización solicita que se amplíen las líneas de ayuda telefónica, así como las instalaciones de protección infantil.
Por otro lado, pide que el dinero que el gobierno planea entregar a hogares afectados por el coronavirus, que recibiría la persona designada como cabeza de familia (usualmente el esposo), se asigne directamente a las víctimas de abusos domésticos.
La carta contiene testimonios de víctimas, como el de una mujer que relató que debido a la expansión del virus su esposo comenzó a trabajar en casa y sus hijos, ante el cierre temporal de las escuelas, también debieron quedar confinados, con lo cual el hombre se “estresó” y comenzó a agredir físicamente a su familia.
El secretario jefe del gabinete, Yoshihide Suga, dijo que el gobierno está evaluando medidas para fortalecer los sistemas de apoyo a las víctimas. (International Press)
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