El 20 de marzo, el gobernador del estado de Illinois, EEUU, J. B. Pritzker, emitió una orden de confinamiento en casa y la suspensión de todos los negocios no esenciales para mitigar la propagación del coronavirus.
Como lamentablemente ocurre en todo el mundo, hay gente que no cumple con la cuarentena y arriesga su vida, así como la de su comunidad.
El viernes pasado, el alcalde de la ciudad de Alton, Brant Walker, enterado de que había residentes que continuaban reuniéndose, ordenó a la policía que reforzara las acciones de represión.
El domingo, la policía de Alton irrumpió en un bar local y halló a un grupo de personas reunidas desacatando la ley.
La policía no reveló los nombres de los irresponsables, pero el alcalde Walker anunció a través de Facebook que su esposa estaba entre los asistentes y se disculpó por ello, informó NBC.
Walker dijo que ordenó al jefe de la policía que trate a su esposa como a cualquier ciudadano que ha violado la ley y que se asegure de que no reciba un tratamiento especial.
El alcalde confesó estar avergonzado por la conducta de su esposa y que ella tendrá que enfrentar las consecuencias de sus actos (una denuncia penal).
«Mi esposa es una persona adulta capaz de tomar sus propias decisiones, y en este caso exhibió una increíble falta de juicio», señaló.
Illinois tiene reportados más de 13.500 casos de coronavirus. (International Press)
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