En julio pasado, un estudiante de tercer año de secundaria de una escuela en la ciudad de Gifu murió después de caer de un condominio.
La policía cree que el chico se suicidó. En su casa se encontró una nota en la que sugería que era víctima de ijime.
Un día antes de morir, tres compañeros de clase lo obligaron a arrodillarse en el suelo y meter la cabeza en el inodoro.
El ijime comenzó en abril y se intensificó alrededor de un mes antes de su fallecimiento.
La policía ha sindicado a los tres como sospechosos de haber coaccionado a la víctima para que se suicidara, informó la NHK.
Los casos están en manos de la fiscalía.
Uno de ellos también está siendo señalado por extorsión y agresión. El atacante obligó a la víctima a darle dinero y la golpeó. (International Press)
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