El Tribunal de Distrito de Fukuoka tiene una ardua tarea para el 13 de diciembre: dictar sentencia sobre un expolicía de 41 años acusado de asesinar a su esposa y sus dos menores hijos en 2017.
La fiscalía exige la pena de muerte, pero el hombre se declara inocente, revela Mainichi Shimbun.
La versión de los hechos, según la fiscalía, es esta:
Entre el 5 de junio de 2017 y la madrugada del 6, Mitsuru Nakata, entonces sargento de la policía de Fukuoka, estranguló a su esposa Yukiko, de 38 años, por medios aún no determinados. Luego, estranguló a sus hijos Ryosuke, de 9, y Miyu, de 6, usando aparentemente una cuerda. Los crímenes se produjeron en la casa de la familia.
No existe prueba directa que incrimine a Nakata. Sin embargo, para la fiscalía existen varias evidencias que apuntan al expolicía como el asesino:
Las tres víctimas murieron antes de que Nakata fuera a trabajar en la mañana del día 6 de junio.
No hay rastros de que un tercero ingresara en la casa.
El acusado tenía heridas recientes en el brazo izquierdo.
Entre las uñas de la esposa se encontraron muestras que coincidían con el ADN de él.
Nakata se llevaba mal con su esposa. No era algo coyuntural, pues esa mala relación tenía varios años. La esposa estaba insatisfecha con él por su incapacidad para aprobar los exámenes para ser ascendido a inspector de policía. Justo antes de los crímenes, el acusado reprobó por quinta vez.
El acusado, según la fiscalía, era aficionado al pachinko y no se involucraba de manera activa en la crianza de sus hijos.
Después de asesinar a su esposa, si Nakata tenía el propósito de rehacer su vida, entonces sus hijos serían un obstáculo, de acuerdo con la fiscalía.
El expolicia afirmó que las acusaciones son falsas. El hombre dijo que cuando salió a trabajar el día 6 por la mañana, su esposa y sus hijos estaban durmiendo.
La heridas en el brazo, indicó, habrían sido causadas por un golpe de su esposa la noche anterior, después de que él salió del baño.
El día anterior a los crímenes, Nakata estuvo enseñando a sus hijos a andar en bicicleta cerca de su casa.
Durante el juicio, el hombre dijo: «Mis hijos eran lo más importante. Aunque eso significara morir, jamás les habría puesto una mano encima a mis niños».
Asimismo, declaró que le gustaría retroceder en el tiempo, al día antes de los crímenes, para evitar la muerte de los niños.
La defensa del acusado afirmó que no se han presentado pruebas de que asesinó a su familia y que un tercero habría estado involucrado. (International Press)
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Be the first to comment