Desde el domingo las personas que utilizan teléfonos móviles mientras conducen enfrentan penas más duras en Japón.
La multa para los conductores de vehículos estándar se triplica a 18 mil yenes (164,3 dólares), detalla Jiji Press.
Para los conductores de vehículos grandes, la sanción sube de 7.000 yenes (63,9 dólares) a 25.000 yenes (228,2 dólares).
Para los motociclistas aumenta de 6.000 yenes (54,7 dólares) a 15.000 yenes (136,9 dólares).
Los puntos de penalización suben de uno a 3. En caso de riesgo de accidente, aumentan de 2 a 6.
En 2018, hubo 2.790 accidentes que involucraron a conductores que se distrajeron con sus teléfonos. 42 de ellos causaron muertes, aproximadamente 2,3 veces más que hace 10 años, revela Mainichi Shimbun.
Las protestas de las personas que perdieron a parientes en accidentes de este tipo impulsaron el endurecimiento de los castigos. (International Press)
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