En octubre de 2017, un trabajador de Toyota de 28 años se suicidó en su habitación de una vivienda que la compañía automovilística asigna a sus empleados.
Poco más de dos años después, las autoridades laborales de Japón determinaron que su muerte se debió al abuso sistemático que sufría por parte de su superior, informó Kyodo.
Su jefe lo insultaba continuamente, tildándolo de “imbécil” o diciéndole cosas como “estarías mejor muerto”.
Como consecuencia de las vejaciones, el hombre desarrolló un trastorno de adaptación.
La víctima fue reclutada por Toyota en abril de 2015 después de completar una maestría en la escuela de posgrado de la Universidad de Tokio.
En marzo de 2016 comenzó a diseñar vehículos en la sede del gigante del motor en la ciudad de Toyota, prefectura de Aichi.
Los abusos no tardaron en manifestarse y en junio de 2016 solicitó un permiso por enfermedad. En octubre del mismo año volvió al trabajo y fue asignado a otra sección. Sin embargo, el superior que lo maltrataba aún se mantenía cerca de él. Un año después el joven se quitó la vida. (International Press)
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