Un hombre entra a una tienda, se acerca a la caja registradora y amenaza con un cúter al empleado que está detrás de ella. El ladrón exige dinero y el trabajador le entrega 37 mil yenes (alrededor de 342 dólares) que saca de la caja.
Lo que hasta entonces es un robo común da un giro inesperado cuando el delincuente le pide al empleado que llame a la policía. Mientras los agentes están en camino, el ladrón se queda en la tienda por su propia voluntad. La policía llega y lo arresta.
Este insólito incidente tuvo lugar en una tienda de 7-Eleven en la ciudad de Machida, Tokio, el día 1 de noviembre a las 5 a. m., revela Japan Today.
Interrogado por la policía, el hombre, una persona de 42 años llamada Yorimichi Takeda, dijo que no tenía suficiente dinero para vivir y que le habían cerrado una cuenta bancaria.
¿Por qué le pidió al empleado que llamara a la policía después del robo? Porque se dio cuenta de que con 37 mil yenes no le alcanzaría para vivir. (International Press)
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