Hace unos años, al farmacéutico Naoki Mizuguchi se le ocurrió la idea de vender placebos para que las personas no fueran tan dependientes de las medicinas.
Ingerir demasiados medicamentos aumenta el riesgo de efectos secundarios y las personas se vuelven resistentes a los antibióticos si los toman con frecuencia para tratar afecciones leves.
Muchos ancianos toman una gran diversidad de medicinas para lidiar con múltiples problemas de salud. El 40 % de los pacientes de 75 años o más reciben cinco o más tipos de medicamentos, según el Ministerio de Salud de Japón.
Consciente de lo riesgoso del exceso de medicación y los efectos benéficos de los placebos en la salud mental de la gente, Mizuguchi propuso su plan en una reunión en la compañía para la que trabajaba.
El farmacéutico revela a Asahi Shimbun que su propuesta fue rechazada, motivo por el cual dejó su trabajo y fundó Placebo Pharmaceutical hace cinco años en la ciudad de Otsu, prefectura de Shiga.
Placebo Pharmaceutical vende paquetes de 30 tabletas de placebos por 999 yenes (9,16 dólares), incluyendo impuestos.
«Estoy vendiendo una mentira piadosa», dice el hombre de 33 años sobre su producto.
Ojo que Mizuguchi no está violando ninguna norma, pues su artículo está legalmente clasificado como producto alimenticio (el placebo consiste en azúcar y calcio).
Los placebos que comercializa su compañía son utilizados, por ejemplo, por helpers que se los dan a sus pacientes de avanzada edad que sufren de demencia y que al olvidar que han tomado sus medicamentos, los exigen una y otra vez. (International Press)
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