El 16 de agosto, ocho policías de la ciudad de Utsunomiya, prefectura de Tochigi, llegaron a la casa de un hombre para investigar su muerte.
Uno de los policías era el sargento Michio Nidaira, que aprovechó la situación para sacar del cadáver un reloj de lujo valorizado en 3 millones de yenes (27.800 dólares).
Ninguno de los otros siete policías se percató del robo.
¿Cómo se enteró la policía de Tochigi del delito?
Nidaira, de 35 años, fue a una tienda de segunda mano de otra prefectura con el reloj y lo vendió en al menos 2 millones de yenes (18.500 dólares).
Durante la transacción, Nidaira le comentó a un empleado de la tienda que era policía. El trabajador sospechó que algo no andaba bien y llamó después a la policía de Tochigi.
Nidaira fue arrestado por la policía y confesó su delito. El sargento dijo que necesitaba el dinero para cubrir unas deudas.
La policía de la prefectura lamentó el incidente y aún evalúa qué castigo imponer al sargento.
El dueño del reloj murió por causas naturales. (International Press)
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