Una mujer que fue engañada por su pareja, otra mujer, recibirá de esta una compensación de 1,1 millones de yenes (10.166 dólares) por los daños causados por su infidelidad.
Así lo ordenó el Tribunal de Distrito de Utsunomiya, en un fallo que reconoce la relación de las dos mujeres como una unión de facto en un país como Japón cuya legislación no admite el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Kyodo cuenta la historia de la pareja y la demandada.
Las dos mujeres comenzaron a vivir juntas en 2010. En 2014, se casaron en Estados Unidos, y al año siguiente celebraron su boda en una ceremonia simbólica en Japón.
Poco después, la acusada dijo que quería tener un hijo con la demandante. Llegaron a un acuerdo, encontraron un donante de esperma en las redes sociales y la acusada fue inseminada artificialmente.
La relación se quebró en enero de 2017 cuando la demandante descubrió que su pareja había tenido una aventura con el donante de esperma.
La demandante había comprado una casa para que la pareja viviera con su hijo y pagó la inseminación artificial.
Más adelante, la acusada dio a luz. Mientras tanto, el donante de esperma se sometió a una cirugía de reasignación de género y ahora es reconocida como mujer.
En la demanda, la víctima de la infidelidad dijo que las parejas del mismo sexo deberían tener la misma protección legal que los matrimonios de facto reciben en Japón, alegando que la acusada y ella llevaban mucho tiempo juntas y habían celebrado una ceremonia de boda.
La acusada, por su parte, dijo que la relación entre ambas no estaba protegida por la ley japonesa, pues esta no reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo. (International Press)
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