La muerte de Riara Otsuka, una niña de 4 años que fue golpeada por el novio de su madre, ha vuelto a poner en agenda el tema del abuso infantil en Japón y la negligencia de las autoridades que no protegen a la víctimas.
A raíz del trágico caso registrado en la prefectura de Kagoshima, el ministro de Salud de Japón, Takumi Nemoto, subrayó que las autoridades tomarán bajo su custodia “sin dudarlo” a niños si existe una fuerte sospecha de que son blancos de abusos.
En declaraciones recogidas por Jiji Press, Nemoto enfatizó la disposición de las autoridades de actuar lo antes posible, en etapas tempranas, para salvaguardar a los niños.
Las medidas se implementarán sobre la base de un informe que funcionarios del Ministerio de Salud elaborarán tras investigar in situ el caso de Riara.
La niña murió en agosto ahogada en una bañera un día después de que el novio de su madre la golpeó en la cabeza. Riara fue tomada bajo custodia cuatro veces entre marzo y abril por funcionarios de la ciudad de Satsumasendai después de ser vista deambulando sola en la calle por la noche. A veces era vista caminando descalza bajo la lluvia o semidesnuda.
Cuando en julio, la niña, su madre y el novio de esta se mudaron a la ciudad de Izumi, también en la prefecura de Kagoshima, sus funcionarios fueron informados de la situación de Riara por los de Satsumasendai. Sin embargo, no actuaron para proteger a la niña. (International Press)
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