Sin embargo, todo indica que la mujer ya estaba muerta. El hombre la habría asesinado, según la policía, informó Tokyo Reporter.
Sato murió por asfixia, motivo por el cual la policía cree que Ikejima la estranguló. Además, horas antes de caer por el acantilado, el hombre llamó a un pariente para confesar que había asesinado a la mujer. Aparentemente, Ikejima tenía intención de suicidarse, pues dijo: «Yo también moriré».
Ambos habían sido reportados como desaparecidos por sus respectivas familias y la policía los estaba buscando.
El domingo, alrededor de las 5:20 p. m., un coche de la policía vio el vehículo de Ikejima en el estacionamiento de un área de descanso de la Ruta Nacional 101.
El coche policial activó su sirena e Ikejima huyó.
Después de 1,5 kilómetros de persecución, el vehículo de Ikejima cayó al mar.
Ikejima y Sato sostuvieron una relación de pareja. Hace una semana, ella se contactó con la policía para avisar de que había un problema entre ambos. (International Press)
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