La escuela de primaria en Kawasaki donde estudian las niñas que fueron apuñaladas por un hombre el 28 de mayo reabrió sus puertas el miércoles, informó Kyodo.
Profesores y guardias de seguridad supervisaban los movimientos de las estudiantes.
La parada, ahora fuertemente custodiada, ha sido trasladada a una nueva ubicación. Además, se están utilizando autobuses públicos fletados y no autobuses con el nombre del colegio católico (Caritas).
Algunos padres se despidieron de sus hijas cuando el autobús partía hacia la escuela, mientras que otros se subieron al vehículo para acompañar a sus niñas hasta la puerta del colegio.
Caritas ha decidido permitir que las estudiantes usen ropa de calle en lugar de uniforme escolar y que los padres dejen y recojan a sus hijos.
Un funcionario del colegio declaró a Kyodo que estaban muy preocupados por el estado de ánimo de las estudiantes, pero que estas no parecían muy afligidas.
Mientras tanto, el lugar donde se produjo el ataque continúa siendo visitado por personas que dejan presentes u oran por las víctimas. (International Press)
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