El conductor de un vehículo de construcción que mató a una niña de once años en 2018 en Osaka fue condenado a siete años de prisión, informó Japan Today.
El 1 de febrero del año pasado, Takuya Sano atropelló a un grupo de niños y profesores de una escuela para personas con discapacidad auditiva. Además de la niña que murió, otras cuatro personas resultaron heridas.
Sano, que sufre de epilepsia, fue declarado culpable de conducción imprudente causante de muerte.
El hombre sufrió un ataque epiléptico justo antes del accidente y atropelló a tres niños de once años y dos profesoras. Las cinco personas estaban cerca de la escuela, esperando que el semáforo cambiara de luz para cruzar.
Sano, primero, dijo que se confundió y pisó el acelerador en vez del freno cuando intentó detener su vehículo al cambiar a rojo el semáforo.
Sin embargo, después admitió que le habían recetado medicamentos para la epilepsia y que no recordaba si los había tomado el día del accidente.
El hombre tenía antecedentes, pues estuvo involucrado en otro accidente de tráfico mientras conducía.
En 2013 se endurecieron en Japón las penas para los conductores que causan accidentes mortales debido a enfermedades como la epilepsia y la esquizofrenia. (International Press)
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