Para el gobernador de Okinawa, Denny Tamaki, la nueva base militar estadounidense que se tiene previsto construir en el distrito de Henoko, en sustitución de la de Futenma, no solo debe levantarse fuera de la prefectura, sino incluso fuera de Japón.
Tamaki sostuvo que construir la instalación militar en el extranjero es la única opción para poner fin a la lucha que enfrenta a Okinawa y el gobierno de Japón por la reubicación de la base, informó Mainichi Shimbun.
Esta es la propuesta que Tamaki llevará a su reunión con el primer ministro Shinzo Abe en Tokio el 1 de marzo.
Sin embargo, es improbable que su iniciativa encuentre eco.
Pese a que el domingo más del 70 % de okinawenses que participaron en un referéndum sobre las obras de construcción de la nueva base se manifestaron en contra de ellas, Abe dijo que el gobierno de Japón no retrocederá.
Abe insistió en la necesidad de trasladar Futenma, sita en una zona residencial, “de la que se dice que es la base aérea más peligrosa del mundo”, a Henoko.
Para el gobierno japonés, es la única opción para eliminar los riesgos que supone Futenma y mantener a su vez la fuerza disuasoria de la alianza de seguridad Japón-Estados Unidos.
Aunque la consulta popular tuvo un carácter simbólico y, desde el punto de vista legal, no obliga a nada a Japón, Tamaki dijo que el gobierno nipón debe lidiar con la posición del pueblo okinawense contra la base, expresada en los votos, y detener las obras. (International Press)
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