El 3 de mayo de 2017, un estudiante de 18 años asesinó a su novia de 17 en el apato donde ella vivía en Tokio. La víctima se llamaba Mai Sato y estaba embarazada. Ambos eran compañeros de clase en un koko.
El asesino, que hoy tiene 19 años, se declaró culpable durante la primera audiencia del juicio en el Tribunal de Distrito de Tokio, informó Mainichi Shimbun.
De acuerdo con la acusación, la víctima le dijo a su novio que estaba embarazada y que quería que él la matara porque la situación era «insoportable».
El asesinó estranguló a la chica y se fue del apato. A la mañana siguiente, sin embargo, volvió y prendió fuego a la vivienda con un encendedor para que pareciera que la víctima había muerto por un incendio.
Los abogados del asesino sostienen que este había intentado, sin éxito, morir con la chica. El joven no debe recibir una sanción penal, dicen, sino estar bajo custodia, por ejemplo en un centro correccional de menores.
El joven fue sometido a una evaluación psicológica para determinar si podía ser imputado penalmente. (International Press)
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