Francia jugará la final del Mundial de Rusia 2018 al superar a Bélgica (1-0) con un cabezazo del central Samuel Umtiti tras un saque de esquina, la sentencia de un conjunto galo que jugó sus cartas al contragolpe y frenó en seco el sueño de la ‘generación dorada’ del fútbol belga.
La cabeza de Umtiti bien vale una final, la tercera de un Mundial para Francia, lograda con la receta práctica con la que ha conseguido avanzar en Rusia 2018: la del contragolpe, con un excelente Kylian Mbappé a la carrera y un inteligente Antoine Griezmann. Solo los fallos Olivier Giroud les privaron de más goles. EFE
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