Niños atrapados en cueva en Tailandia: están bien, pero rescate podría tardar meses

El 23 de junio, doce niños de 11 a 16 años, miembros de un equipo de fútbol, y su entrenador se internaron en una cueva en Tailandia. Casi dos semanas después, siguen en ella.

Están encerrados. La cueva se inundó debido a las fuertes lluvias, impidiéndoles la salida.

Durante nueve días no se supo nada de ellos. Se temía lo peor. Su búsqueda movilizó a más de mil personas de diversos países. Por fortuna, el lunes dos rescatistas británicos, buceando a través de un estrecho canal, los encontraron sanos y salvos. Por desgracia, no los pudieron sacar a flote y se desconoce cuándo podrán volver a ver la luz del día.

Las 13 personas están a unos cuatro kilómetros de la entrada y a una profundidad de 800 a 1.000 metros.

Están débiles por la falta de alimentación, pero gracias al agua que cae por las paredes de la cueva no se han deshidratado. El agua que los rodea no es potable.

Los niños y su entrenador podrían permanecer en la cueva semanas e incluso meses, según la BBC. Mientras tanto, se continúa drenando el agua de la cueva y las autoridades tailandesas han enviado alimentos y personal médico para revisar su estado de salud.

¿Qué opciones de rescate existen? Los expertos coinciden en que la más rápida es que buceen. Sin embargo, también es la más peligrosa. Los niños no saben bucear y podrían morir en el intento. Y aunque supieran bucear, su debilidad impide que puedan realizar grandes esfuerzos. Bucear en cuevas, revela el sitio especializado en tecnología Gizmodo, es peligroso incluso para personas con mucha experiencia.

A eso hay que sumarle que la visibilidad es casi inexistente en el trayecto hacia la superficie y los chicos podrían entrar en pánico. Además, se esperan más lluvias.

Sin embargo, por si acaso, los niños ya están aprendiendo a nadar y bucear.

Otra opción es perforar las paredes de la cueva, pero la operación entraña grandes dificultades logísticas (el grosor de la roca, por ejemplo) y el riesgo de que se produzcan derrumbes.

Por ahora, mientras se debaten opciones para sacarlos con vida, lo fundamental es llevarles suministros para mantenerlos alimentados y en buen estado de salud. (International Press)