El terremoto que azotó el oeste de Japón el lunes dejó al menos 4 personas muertas y más de 350 heridas, informó la NHK.
Rina Miyake, una niña de 9 años, murió después de que el muro de una escuela cayó sobre ella mientras iba a su colegio. El alcalde de la ciudad donde se produjo la tragedia se disculpó por lo ocurrido y dijo que el incidente será investigado. Además, manifestó que su municipio deberá asumir algún tipo de responsabilidad. El municipio inspeccionará los muros de las escuelas de la ciudad.
Minoru Yasui, un hombre de 80 años, murió golpeado por una pared mientras se dirigía a una escuela a hacer trabajo voluntario.
Motochika Goto, un hombre de 85 años, murió después de que cayó sobre él un estante.
La cuarta víctima, según la agencia Kyodo, fue una persona octogenaria que murió aplastada por un mueble en su casa.
La mayoría de heridos son de la prefectura de Osaka.
Un ama de casa de 64 años dijo: «El terremoto fue tan fuerte que no podía mantenerme de pie dentro de mi casa».
Por su parte, Katsufumi Abe, un pasajero que estaba en la estación de Osaka cuando ocurrió el sismo, declaró a Kyodo: «Vi el techo y el piso ondulando, apenas podía mantenerme de pie. Me asusté mucho».
Las tuberías se han resquebrajado debajo de algunas carreteras. Aproximadamente 1.300 personas se refugiaron en centros de evacuación establecidos en Osaka.
Los servicios de shinkansen en el área se suspendieron durante horas por razones de seguridad, pero se reanudaron en la tarde. Hubo numerosos retrasos y cancelaciones. Miles de pasajeros quedaron varados. (International Press)
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