La empresa japonesa de automóviles Nissan Motor abonó una multa de 32,1 millones de yenes (unos 252.000 euros) por persistir en las irregularidades detectadas en las inspecciones de sus automóviles, según ha confirmado el fabricante.
Nissan ha pagado la multa a la Oficina del Fiscal del Distrito de Yokohama, donde se encuentra la sede central del fabricante, por un total de 107 vehículos afectados que siguieron un control de seguridad hecho por personal no cualificado, explicó a Efe un portavoz de la empresa.
Tras constatar la violación de regulaciones sobre los controles finales de vehículos nuevos dentro del mercado japonés, el Ministerio de Transportes expidió una orden, en septiembre de 2017, para efectuar las inspecciones.
Sin embargo, a pesar de dicha orden, el personal no cualificado de la fábrica situada en la prefectura de Tochigi continuó con los controles durante tres semanas, según las autoridades niponas.
El propio fabricante, el segundo de su sector en Japón, reconoció las irregularidades, por las cuales los vehículos fueron revisados por parte de personal que no contaba con la cualificación necesaria, y por tanto incumplían la normativa nipona.
Las empresas automovilísticas en Japón están obligadas a realizar inspecciones de mecanismos como la dirección para garantizar la seguridad o los frenos, unos controles que deben ser hechos por personal certificado por las autoridades.
En diciembre de 2017, otra empresa nipona del automotor, Subaru, también protagonizó un escándalo por inspecciones irregulares que le acarrearon una multa de 20.000 millones de yenes (unos 150.000 euros). EFE
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