En octubre del año pasado, Haruto Yamabe, un niño de un año, murió de hambre pesando solo 3,8 kilos, menos de la mitad del peso promedio de un pequeño de su edad.
Sus padres, Kenshiro y Hitomi Yamabe, ambos de 25 años, fueron arrestados por la muerte de su hijo, informó Japan Today.
Los esposos llamaron a los servicios de emergencia al descubrir que su hijo estaba inconsciente en su apato en la ciudad de Okegawa, prefectura de Saitama.
Los padres admitieron ante la policía que no alimentaban debidamente a Haruto; solo le daban leche cuando lloraba.
No se hallaron señales de abuso físico en el cuerpo del niño. Por ello, la policía concluyó que el niño murió como resultado de la privación de alimentos durante un período prolongado de tiempo.
Los Yamabe tenían otros dos hijos, de tres y cuatro años, que no tienen problemas de salud. Por qué solo a Haruto no alimentaban es algo que la policía está investigando. (International Press)
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