En febrero, la prefectura de Fukui registró una fuerte nevada, la peor desde 1981. Se acumularon hasta 147 centímetros de nieve. 12 personas murieron y un gigantesco atasco mantuvo inmovilizado a unos 1.500 vehículos.
Pese a las durísimas condiciones climáticas, el propietario de una tienda de conveniencia 7-Eleven fue obligado a trabajar cerca de 50 horas sin dormir, reveló la agencia Kyodo.
El hombre pidió a la compañía que opera la franquicia autorización para suspender sus operaciones, pero fue su petición fue rechazada.
El dueño de la tienda comenzó a remover la nieve del estacionamiento del local desde la mañana del 6 de febrero y no paró de trabajar hasta el 8 de febrero.
El hombre se comunicó varias veces con la empresa para solicitar la suspensión de las operaciones, no tanto por él, sino preocupado por la nieve del techo de la tienda que podía caer sobre los clientes y herirlos.
La empresa le dijo que mantuviera abierta la tienda y que si había heridos, el seguro cubriría los gastos.
Su esposa lo ayudó a quitar la nieve, pero cayó enferma por agotamiento el primer día. La compañía mandó a gente para ayudar, pero no duraron mucho y se fueron a las pocas horas.
Seven-Eleven Japan dijo que los dueños de las tiendas pueden decidir si estas continúan funcionando en caso de desastre y que está investigando lo ocurrido en Fukui. (International Press)
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