Japón necesita y depende cada vez más de los trabajadores extranjeros ante el declive y el envejecimiento de su población. Mainichi Shimbun ha publicado algunas ideas sobre el tema del profesor de la Universidad Metropolitana de Tokio y experto en sociología del trabajo, Kiyoto Tanno.
- En octubre de 2017, aproximadamente 1,28 millones de extranjeros trabajaban en Japón, una cifra récord, un incremento de 200.000 personas con respecto al año anterior. Cuando la demanda de trabajadores de construcción con motivo de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020 se reduzca paulatinamente, el crecimiento probablemente será más lento, pero se mantendrá.
- Hay una brecha cada vez mayor entre las personas que dejan de pertenecer a la fuerza laboral y las que ingresan a ella. Japón depende de los trabajadores extranjeros para asegurar su fuerza de trabajo. Japón debería pensar en cómo ayudar a los trabajadores extranjeros a adaptarse a la sociedad japonesa.
- De los 1,28 millones de trabajadores extranjeros en Japón, solo 230.000, un 19 %, entraron al país con una visa que les permite trabajar. El resto tiene dificultades para reclamar sus derechos como trabajador debido a que la legislación no los protege lo suficiente por vacíos o grietas. “Japón, primero, debe establecer un marco en el que los extranjeros que ya están trabajando en el país puedan continuar haciéndolo sin preocupaciones, antes de aceptar más ciudadanos extranjeros”.
- Ninguna persona migra a un país si no cree que tiene posibilidades de éxito. Necesita un sueño por el que luchar, y solo se asienta en el país en el que cree que puede lograrlo. “Desde la perspectiva de los extranjeros, Japón, por desgracia, no es propicio para concebir y hacer realidad los sueños. A menos que tratemos mejor a los extranjeros que ya están aquí, no van a venir a rescatarnos cuando realmente necesitemos su mano de obra”, advierte el especialista. Un país que no ofrece un sueño no atrae migrantes. (International Press)
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