Entre marzo y diciembre de 2017, 1.725.292 conductores de avanzada edad en Japón se sometieron a pruebas para determinar si sufrían o tenían síntomas de demencia.
Entre ellos, personas de más de 75 años que buscaban la renovación de su licencia de conducir.
La evaluación determinó que 46.911 conductores posiblemente tenían demencia, según la Agencia Nacional de Policía de Japón, informó Jiji Press.
Las personas que posiblemente sufran la enfermedad, de acuerdo con lo dispuesto por la ley, deben ser diagnosticadas por médicos para confirmar o descartar la demencia.
Si se confirma, la ley prohíbe al anciano conducir.
De todos los evaluados, 1.306 perdieron sus licencias tras confirmarse que padecían la enfermedad, mientras que a 45 se las suspendieron.
Cabe anotar que en marzo pasado entró en vigor en Japón una ley de tráfico que establece medidas más estrictas con respecto a la enfermedad ante el elevado número de accidentes causados por conductores ancianos. (International Press)
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