El 23 de enero, el día en que erupcionó el Monte Kusatsu-Shirane, se registraron más de 600 terremotos volcánicos.
La erupción del volcán situado en la prefectura de Gunma causó la muerte de un miembro de las Fuerzas de Autodefensa de Japón tras ser alcanzado por una roca volcánica. La víctima mortal participaba en un entrenamiento en una pista de esquí. Once personas, entre ellas otros siete soldados, resultaron heridas.
Más de una semana después del desastre, continúa la actividad volcánica en el Monte Kusatsu-Shirane, aunque con mucha menor intensidad.
La Agencia Meteorológica de Japón detectó 12 seísmos volcánicos el martes y dos el miércoles, informó la NHK.
El actual nivel de alerta es de 3 en una escala de 5.
La agencia ha pedido a la gente no acercarse al volcán y tener cuidado con rocas volcánicas que podrían salir despedidas, cenizas esparcidas por el viento y gas volcánico. (International Press)
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