Cuando el príncipe heredero Naruhito ascienda al trono en mayo de 2019 solo habrá tres miembros de la familia imperial con derecho a la sucesión: el príncipe Akishino (hermano de Naruhito), su hijo Hisahito y el príncipe Hitachi (hermano menor del emperador Akihito).
Hisahito es el único varón entre los nietos de Akihito.
En declaraciones concedidas a Yomiuri Shimbun, el profesor Hideya Kawanishi, especialista en historia moderna de Japón, sostiene que el país debe debatir si en el futuro permitirá que las mujeres puedan alcanzar el trono de Crisantemo.
Una mujer en el trono sería un reflejo de los tiempos que corren.
“En una época en que se han logrado avances en la igualdad de los sexos, no habría nada inusual en una emperatriz. Más bien, esto se adecúa a las necesidades de los tiempos. Para las mujeres de la familia imperial, se reduciría la presión psicológica de la necesidad de producir un heredero varón”, dice.
Por otro lado, Kawanishi afirma que “la posibilidad de un emperador de línea femenina también es digna de consideración”.
Si las mujeres pudiesen establecer ramas de la familia imperial, no perderían su estatus al casarse con plebeyos, como ocurre hoy. Cuando la princesa Mako se case con su novio dejará de pertenecer a la cada vez más exigua familia imperial japonesa. (International Press)
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