El sábado, una pareja de esposos que reside en Osaka, Yasutaka Kakimoto (55) y Yukari Kakimoto (53), llamó a la policía para avisar de que su hija de 33 años estaba muerta.
La policía comenzó a investigar el caso y descubrió que los Kakimoto mantuvieron encerrada a su hija en una habitación de apenas tres metros cuadrados durante 15 años, informó la agencia Kyodo.
Los detenidos dijeron que su hija sufría una enfermedad mental que hacía de ella una mujer violenta.
La víctima murió de frío y pesaba solo 19 kilos (medía 1,45 m). Los Kakimoto dijeron que le daban de comer una vez al día.
La minúscula habitación, construida especialmente para encerrar a la hija, tenía una puerta doble cuyo cerrojo solo podía abrirse desde afuera, una cámara de vigilancia, un inodoro improvisado y un tubo a través del cual la víctima podía beber agua desde un tanque ubicado fuera del cuarto.
La habitación no contaba con calefacción. (International Press)
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