Los pescadores japoneses que faenan en el Mar de Japón enfrentan una doble amenaza: los misiles de Corea del Norte y la reciente llegada de embarcaciones norcoreanas sospechosas.
Una situación que, revela Mainichi Shimbun, causa en ellos enfado y preocupación al mismo tiempo.
La amenaza puede llegar por aire o mar.
La madrugada del miércoles, cuando el misil norcoreano sobrevoló el territorio nipón antes de caer en el Mar de Japón, varios pescadores que estaban trabajando en las costas de la prefectura de Ishikawa vieron un «objeto volador rojo» en el cielo.
Un pescador vio, alrededor de las 4 a. m., un objeto que se desplazaba de oeste a este dejando un rastro de color rojo.
Cuando se lanzó el último misil, había quince botes operando en la parte central del Mar de Japón, según el departamento de pesca de Ishikawa. Además, otras siete embarcaciones, afiliadas a Ishikawa, estaban en las costas de Hokkaido.
Si un misil cayera en el lugar donde las embarcaciones japonesas pescan, estas no tendrían ningún sitio a donde ir para protegerse. El vocero de una cooperativa pesquera de Hokkaido dice que su única esperanza es que el gobierno de Japón encuentre algún tipo de solución al problema.
Por otro lado, en sitios como Hokkaido se ha reportado la llegada de una gran cantidad de botes norcoreanos sospechosos, que han puesto en alerta a los residentes de las zonas costeras. Un municipio advirtió a sus habitantes de que se aseguraran de cerrar sus puertas con llave al salir de sus casas o irse a acostar. (International Press)
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