Lo último en robots destinados a sustituir y apoyar a los humanos en el trabajo protagonizan el Robot World en Tokio, donde se exhiben desde autómatas que manejan excavadoras hasta montacargas automáticos y entrañables tutores de inglés.
El evento de dos días, dedicado a la robótica y organizado por el gigante de las telecomunicaciones Softbank, cuenta entre sus novedades con la nueva máquina limpiadora del grupo japonés, RS26, cuya conducción automática busca subsanar las dificultades que tienen las empresas para encontrar personal para limpiar grandes superficies.
Para las empresas, «es muy difícil encontrar personas que quieran hacer este trabajo, porque la limpieza de estos lugares (centros comerciales, supermercados) suele hacerse a medianoche», explicó a Efe Yusuke Abe, del Departamento de Comunicaciones de Softbank.
Tampoco falta lo último en aplicaciones para el androide estrella de la firma nipona, Pepper, que sigue ampliando sus roles laborales, desde su transformación en una «anciana» que vende caramelos a ser un auxiliar para el cuidado de las personas mayores.
El número de trabajadores destinados al cuidado de ancianos «está disminuyendo a nivel global y además es un empleo estresante y duro, pero Pepper no siente el estrés», destacó Abe.
Entre otras compañías presentes en el Robot World están Asratec, con un robot humanoide capaz de ponerse al volante de una excavadora mientras es controlado por control remoto, o Sharp, que ha creado un montacargas de conducción automática que podría agilizar el proceso de traslado de cargas pesadas en almacenes, fábricas o aeropuertos.
De menor tamaño y aspecto más entrañable es el robot Musio X, un tutor de inglés diseñado para estudiantes de primaria, que además puede actuar como diccionario, reloj-alarma y radio.
«Los robots son la próxima generación de las IT (tecnologías de la información), ahora es su momento», considera Softbank, que es consciente del potencial de esta tecnología no sólo en el ámbito industrial o de la comunicación, sino también en el entretenimiento.
En este sentido, la apuesta más transgresora del evento es el J-Deite Ride, un robot que se transforma en un automóvil.
El proyecto, al más puro estilo «Transformer», surgió del japonés Kenji Ishida, CEO Brave Robotics, que ha acudido al Robot World con un prototipo de 1,3 metros, pero ya trabaja en la elaboración de un modelo de cuatro metros de altura en el que aseguró a Efe que caben dos adultos, será conducible y estará listo a finales de este año.
Cuando el robot esté terminado la compañía planea venderlo, con un uso principalmente enfocado a parques temáticos, que no se limitarán a Japón, sino también al exterior, donde Ishida considera que su penetración será incluso mejor. (EFE)
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