El dueño de un hospedaje en Osaka fue acusado por la policía por instalar una cámara espía para grabar a sus ocupantes.
La cámara estaba escondida en una alarma de incendios colocada en el techo y fue descubierta por una pareja que se alojaba en el lugar. Otra cámara fue encontrada en un reloj.
El sujeto de 42 años admitió que su intención era grabar a los huéspedes en situaciones íntimas.
El caso del hombre de 42 años está ahora en manos de los fiscales.
El alojamiento estaba registrado en internet como una residencia privada. Cobraba entre 4.500 (39 dólares) y 6.500 yenes (57 dólares) por noche y entre sus ocupantes hubo extranjeros. (International Press)
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