30.170 conductores de 75 años o más en Japón podrían sufrir de demencia senil, según la Agencia Nacional de Policía, informó la agencia Kyodo.
Ellos representan un 3 % aproximadamente de los 1,1 millones de conductores ancianos que se sometieron a pruebas para evaluar sus funciones cognitivas desde que ley se hizo más estricta en marzo.
La ley requiere que las personas de 75 años o más vean a un médico si un examen de la función cognitiva que toman como parte del proceso de renovación de su licencia de conducir indica que pueden estar sufriendo de demencia.
Tras las pruebas, a 30.170 se les pidió que fueran a ver un médico para una evaluación más profunda. De ellos, 7.673 lo hicieron, lo que condujo a la revocación o suspensión de 1.622 licencias.
A los 6.051 restantes se les permitió seguir conduciendo. Sin embargo, aproximadamente el 70 % corre el riesgo de desarrollar demencia en el futuro y es necesario que consulten nuevamente a un médico en seis meses.
No obstante, la gran mayoría, alrededor de 780.000, no tiene problemas con sus capacidades cognitivas. 300.000 tienen problemas menores.
En Japón los medios dan cuenta con alarmante frecuencia de accidentes provocados por conductores de avanzadad edad que, por ejemplo, quieren frenar, pero se confunden y terminan presionando el acelerador.
En uno de ellos, ocurrido en noviembre del año pasado, una mujer de 83 años mató a dos personas tras perder el control de su vehículo y estrellarse en un hospital en Tokio. (International Press)
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