La superficie total de tierras no reclamadas en Japón ascenderá a 7,2 millones de hectáreas en el año 2040, alrededor del 90 % del tamaño de Hokkaido, según proyecciones de un grupo de estudio del sector privado, informó la agencia Kyodo.
Los herederos no registran sus propiedades para evitar cargas fiscales en medio de un país que envejece rápidamente, advirtió el estudio.
Una tierra cuyos cultivos no son rentables y que nadie quiere comprar, y considerando sobre todo los elevados impuestos que hay que pagar, puede terminar siendo al final un pasivo y no un activo financiero, como comenta un usuario de Japan Today. Así las cosas, más barato resultar no poseer tierras.
Las pérdidas económicas acumuladas derivadas de la no utilización de las tierras alcanzarán los seis billones de yenes (52.550 millones de dólares) en 2040.
El ex ministro de Asuntos Internos de Japón, Hiroya Masuda, integrante del grupo de estudio, calificó la situación como “muy grave” y abogó por la introducción de un sistema que flexibilice el uso de la tierra.
Las tierras no reclamadas (propiedades residenciales, agrícolas y forestales) ocuparon alrededor de 4,1 millones de hectáreas en 2016, un área un poco más grande que Kyushu.
Las pérdidas económicas potenciales se realizaron calculando las oportunidades comerciales perdidas en terrenos no utilizados y los costos de ubicar a los propietarios, entre otros factores.
Cuando los gobiernos locales inician proyectos de obras públicas en tierras no utilizadas, gastan tiempo y dinero en ubicar a los dueños, pues necesitan su consentimiento.
El gobierno de Japón ha discutido diversas medidas para lidiar con este problema. Por ejemplo, otorgar a empresas y organizaciones sin fines de lucro el derecho a utilizar la tierra y la promoción del registro por parte de los herederos.
El Ministerio de Justicia, que está a cargo del sistema de registro de tierras, comenzó a simplificar el proceso de registro de los herederos de tierras en mayo. (International Press)
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