El primer ministro japonés, Shinzo Abe, anunciará hoy la convocatoria de elecciones anticipadas en octubre con el objetivo de reforzar su Gobierno y sacar adelante sus políticas en un momento de desgaste y de división en el principal partido de la oposición.
Abe tiene intención de disolver la Cámara Baja del Parlamento a finales de septiembre y convocar unos comicios que se celebrarían entre el 22 y el 28 de octubre, antes de la visita al país del presidente estadounidense Donald Trump, prevista para noviembre.
El conservador Partido Liberal Demócrata (PLD) de Abe ganó de manera contundente unas elecciones generales también anticipadas en diciembre de 2014, donde el primer ministro revalidó su mandato.
Con estos nuevos comicios, el primer ministro japonés buscaría reforzar a su Gobierno, afectado por varios escándalos, entre ellos dos casos de amiguismo que han salpicado directamente a Abe.
La oposición ha criticado los planes de Abe, argumentando que no hay una necesidad de anticipar elecciones antes de que finalice su mandato en diciembre de 2018, y consideran que se trata de una maniobra para evitar encarar las acusaciones de amiguismo.
El desgaste y los escándalos en torno al partido gobernante han mermado el índice de aprobación del Gabinete de Abe, que se sitúa en el 44 %, según una encuesta del diario Nikkei publicada hoy.
Pese a ello, la disolución anticipada podría beneficiar a la coalición de Gobierno en un momento de división en el principal partido de la oposición, el Partido Democrático (PD), cuyo líder dimitió recientemente y donde se vive una guerra interna que podría desencadenar la ruptura de la formación.
La popularidad del PD se sitúa en el 8 %, muy por detrás del PLD, lo que no lo postularía como una clara alternativa de Gobierno.
Otro de los objetivos sería frenar el avance en el panorama nacional de Tomin First (Tokiotas Primero), la nueva formación de la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, que arrasó en las elecciones a la Asamblea metropolitana de la capital de julio y le arrebató la mayoría al PLD, en su mayor sangría de escaños en la metrópoli.
Un 40 % de los nipones tiene esperanzas depositadas en la nueva formación respaldada por Koike, mientras que un 47 % no, una señal de que las expectativas nacionales en torno a la formación no serían todavía suficientemente fuertes, según reveló el sondeo de Nikkei.
Abe querría aprovechar además la coyuntura global, con la crisis de Corea del Norte como principal telón de fondo, que podría favorecer la reelección del veterano y experimentado político conservador. (EFE)
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