El sábado, la policía en Japón arrestó a un filipino de 35 años por la muerte de una estudiante universitaria en 2004.
Lampano Jerico Mori, un obrero que reside en Gifu, no fue el único involucrado en el asesinato de la víctima de 21 años.
La policía puso, además, a dos filipinos en la lista internacional de personas buscadas por su implicación en el crimen, informó la NHK.
Los hombres, que tenían 18 y 19 años en aquel entonces, abandonaron Japón en 2007 y desde entonces no han vuelto.
La policía buscará la cooperación de las autoridades filipinas para localizarlos.
El cuerpo de la mujer fue encontrado cerca de un río en una aldea al norte de Tokio en enero de 2004.
El 30 de enero, la estudiante asistió a una reunión del club de triatlón de la Universidad de Ibaraki al que pertenecía y retornó a su apato alrededor de las 9 de la noche, donde estaba con una amiga. Aproximadamente a la medianoche, dejó una nota en la que decía que iba a salir.
La mujer salió sola y fue encontrada a las 9 de la mañana del día siguiente a unos seis kilómetros de su vivienda. La chica había sido estrangulada y tenía varios cortes en el cuello y el pecho. Su bicicleta fue hallada a unos ocho kilómetros de donde su cuerpo fue abandonado.
El arresto de Mori fue posible gracias a una prueba de ADN. (International Press)
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