En mayo, la policía de la prefectura de Aichi arrestó a un profesor de 29 años de una escuela de primaria por haber cometido un acto obsceno contra una alumna.
El sujeto tenía antecedentes. En 2013, fue multado y suspendido durante seis meses por la junta educativa de Saitama, donde trabajaba entonces en una escuela de primaria, por un caso de pornografía infantil.
Cuando postuló al trabajo en Aichi, el hombre omitió en su hoja de vida los seis meses de suspensión en Saitama.
Un miembro de la junta educativa de Chiryu, donde funciona la escuela de Aichi, dijo que si hubieran sabido sobre el caso de pornografía jamás lo hubieran contratado.
Para evitar que casos como el reseñado se repitan, el Ministerio de Educación creará una base de datos con información sobre malos profesores, no solo aquellos con antecedentes de abuso sexual, sino también los violentos, reveló Asahi Shimbun.
El ministerio asignó unos 480 millones de yenes (alrededor de 4,3 millones de dólares) al sistema en su solicitud de presupuesto para el año fiscal 2018.
Las juntas de educación y las escuelas privadas podrán utilizar la base de datos para verificar los antecedentes de los profesores que soliciten trabajo.
Así, podrán saber si han sido sancionados o despedidos por actos obscenos, abuso físico u otros asuntos, y no contratar a hombres como el profesor de 42 años de una escuela de secundaria en Oita que fue arrestado en febrero por pornografía infantil, y que había sido suspendido durante seis meses por acosar sexualmente a una chica.
Se espera que la nueva base de datos esté listo en el año fiscal 2020 o en el siguiente.
En el año fiscal 2015, 224 profesores y otros empleados de escuelas públicas en Japón fueron sancionados por actos obscenos y acoso sexual. (International Press)
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