A veces una situación límite (graves problemas económicos o de salud) puede conducir a una persona obnubilada a cometer estupideces. En ocasiones así una voz que la haga entrar en razón puede ser útil.
Eso en apariencia fue lo que sucedió en una oficina de correos en Tokio, aunque más que una estupidez lo que hubo fue un delito.
El lunes en la mañana, Masahiko Tsunekawa, un hombre de 56 años, entró en una oficina de correos y armado con un cuchillo le exigió a un empleado que le diera dinero.
El empleado logró convencer al hombre de que dejara el cuchillo en el mostador. Tsunekawa, rendido, tomó asiento en un sofá a esperar a la policía, que acudió después al llamado de la oficina de correos.
Nadie resultó herido, según Tokyo Reporter.
El hombre, que fue arrestado por la policía de Tokio, dijo que su vida había empeorado y que estaba hundido en la desesperación. (International Press)
Be the first to comment