María Roldán / EFE
La fiebre de Pokémon Go continúa un año después del lanzamiento del exitoso juego para smartphones, que celebró el lunes un evento multitudinario en el estadio de Yokohama, al sur de Tokio, que reunió a seguidores de todas las edades y varios países.
Aunque los organizadores se negaron a ofrecer la cifra exacta de asistentes, durante unas tres horas un total de seis grupos de varios cientos de personas se turnaban el acceso al campo del estadio para batallar y capturar en exclusiva a Mewtwo, el Pokémon número 150 original de la primera generación de estas criaturas.
Quince minutos era el tiempo límite para combatir y someter a la criatura antes de abandonar el terreno de juego y ceder el turno a la siguiente tanda de personas ansiosas por capturar al suyo.
Yuka Aono fue una de las afortunadas que formó parte del Pokémon Go Stadium, un evento único y de una envergadura nunca vista hasta la fecha -pese a que en julio se celebró en Chicago (EEUU) un evento similar, no llegó a congregar a tanta gente-, y cuyas entradas fueron sorteadas por internet.
«Estoy muy emocionada», dijo a Efe la mujer, de 46 años, al mostrar el Mewtwo que ha logrado capturar en apenas cinco minutos. Junto a ella han acudido dos amigos para inmortalizar el momento en fotos y embriagarse del ambiente festivo del lugar.
«La atmósfera era muy especial», confesó por su parte Masafumi, de 35 años. Pokémon Go es un juego que normalmente se juega solo, «pero en esta ocasión todos compartíamos ese momento. Era como estar en un concierto», explicó.
Gente ataviada con gorras de Pikachu, el ratón eléctrico amarillo icónico de la serie de videojuegos; bolsos que simulan ser Pokéball, las bolas utilizadas en el juego para capturar a los monstruos, y todo tipo de «merchandising» era poco para transmitir la emoción de los participantes del evento.
En el exterior, los que esperan su turno escuchan atentamente las exclamaciones que llegan del interior del recinto, donde una enorme pantalla, flanqueada por 16 aparatos de pirotecnia, proyecta las imágenes de los asistentes captadas por cámaras e incluso por un dron, especialmente desplegado para la ocasión.
Junto a ellos, pero a una distancia prudencial, decenas de personas observan la fila y a los transeúntes en busca de una oportunidad para acceder. El fenómeno Pokémon Go no está exento de especulación.
En las inmediaciones, varias personas aprovechan la ocasión para revender las entradas con las que han sido obsequiados. Hasta 10.000 yenes (77 euros, 91 dólares) llegaron a pedirle a Patrick Leh, un australiano de 57 años que llegó a Japón el domingo tras 23 horas de viaje con el único propósito de asistir al Pokémon Go Stadium.
«Como yo, decenas de personas han venido hoy aquí para intentar participar en el evento después de que se nos pasara la fecha del sorteo, pero no vamos a pagar esa barbaridad», explicó a Efe Leh.
Aunque se vaya con las manos vacías, el australiano confiesa que permanecerá en el país asiático hasta el martes para capturar a los Pokémon exclusivos de Japón y tratar de hacerse con todos.
Desde su lanzamiento en julio de 2016 Pokémon Go acumula ya más de 750 millones de descargas y ha logrado atraer a un extenso grupo de personas de mediana edad que han descubierto y se han aficionado con la «app» para móviles, la franquicia desarrollada por GameFreak y popularizada por Nintendo hace ya más de 20 años.
El Pokémon Go Stadium, que aspira a extenderse a partir de ahora, fue el primer evento de estas características organizado en Japón, cuna de los «Pocket Monster», y aprovechando la celebración del Pikachu Parade, un desfile que reunió el lunes a más de 1.500 de estas mascotas por las calles de Yokohama.
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